¿Es lo mismo administrar los medicamentos cada ocho horas que tres veces al día?
Cuando se prescribe medicación a administrar cada 8 horas, en efecto; puede significar lo mismo que decir tres veces al día; por tanto debería acomodarse al horario más ventajoso para no interferir con la vida del paciente.
Es una lástima tener que despertar a un niño a las 4 de la madrugada solo porque se comenzó el tratamiento a las ocho de la tarde. Esto, siendo ortodoxo, no es lo ideal, so pena de que se trate de un medicamento para la fiebre o un síntoma difícil de controlar.
Desayuno, almuerzo y cena son momentos óptimos para aplicar la medicación, si bien en algunos caso solo habrían trascurrido seis horas y en otros cerca de diez. Esto sería un problema menor, sobre todo en las fases no iniciales del tratamiento.
Así, cuando se recomienda
cada doce horas, esas comidas constituyen una ocasión propicia para dar los fármacos. “D-A-C” se suele escribir; permitiendo al paciente una actividad diaria normal (sin tener que llevar medicamentos al colegio, ni interferir con sus deberes o juegos).
UNICA DOSIS DIARIALa dosis
única al día, de ciertos medicamentos es muy ventajosa y demandada por los cuidadores, por comodidad para todos, si bien, no es una forma demasiado común en la presentación de los fármacos. En tales casos, puede escogerse el momento preferido, a indicación del facultativo, una de las 24 horas del día.
Tampoco es algo grave adelantar la toma, dos, tres o cuatro horas, sobre todo los dos primeros días del tratamiento, cuando todavía el organismo no se ha saturado de medicamento. Así, si se inicia una dosis al medio día; no pasa nada por darlo al día siguiente a primera hora (alrededor del desayuno) con lo que esas horas de ventaja actúan como refuerzo del efecto inicial.
¿AUMENTAR LA DOSIS AL COMIENZO?Recuerdo un profesor de Farmacología que nos invitaba a los alumnos a proponer al paciente que la primera dosis fuese el doble de lo normal, para cargar los depósitos orgánicos, permitiendo que el hígado se lleve “su comisión inicial” y los tejidos se impregnen bien de princpio activo. Esto, que muchos hacemos a nivel particular, no se extiende en la práctica, por temor a que se malinterprete (además en caso de alergia lo habremos dado demasiado; por eso hay que actuar con cautela y solo con medicamentos que ya ha tomado el paciente previamente en otras ocasiones).
No hay que ser mojigatos con las dosis. Muchas veces no se alcanza el efecto porque se ha dado menos de la cuenta, tal vez movidos por los prospectos que tiende a ser cautos, y aconsejan en funcion de la edad antes que del peso (Y hay niños muy grandes para su edad). Pero en caso de duda, mejor ser cautos.
DURACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS CON MEDICAMENTOS.Respecto a la duración de los medicamentos hay que diferenciar aquellos que se dan para tratar la causa y aquellos que tratan de remediar algunos síntomas aislados.
Así, un fármaco antimicrobiano (mejor queda esto que decir antibiótico, porque no va “contra la vida” del paciente) conviene darlo el tiempo necesario de 7 a 10 días por lo común.
Sin embargo, un tratamiento para la tos irritativa puede darse solo cuando haya síntomas; y suprimir la toma si se encontrase mejor. Lo mismo que hacemos cuando hay fiebre, dolor leve, picor. Y no dar sistemáticamente el ibuprofeno o el paracetamol sin síntomas, tan solo porque se está aun tratando el proceso causal.
Por último, recordar que los medicamentos no son golosinas. Debemos recalcar a los niños que a veces no están buenos, no son chuches, pero les curarán, si se lo toman de forma correcta.
Guardarlos a buen recaudo es una buena medida, especialmente para los de agradable sabor en niños menores de 6 años.
Obviamente, el consejo de su médico en cada caso concreto, debe prevalecer sobre estas recomendaciones.